Yo requiero estar en la naturaleza, descalza. Puedo irme a la playa sola, quitarme los zapatos y sentarme frente al mar y pedirle a Dios equilibrio y calma, también mucha claridad en los pensamientos y pedir buenas palabras para cuando tenga que hablar. Antes me encantaba montar moto, y ahora lo pienso y creo que ya no me gusta tanto manejarla, pero si me llevan de paseo lo voy a disfrutar más, ya no quiero dirigir. Yo también quiero dejarme llevar.
Yo siento que fui transitando, naturalmente en mi vida, diferentes circunstancias que me trajeron a lo que soy hoy y, si algo tengo claro, es lo segurísimo del cambio y cómo la transformación es parte del ser humano, de la naturaleza y de lo poderoso que es expandirnos más, vivir más con propósito, mirar diferente
Soy la segunda de cuatro hermanos del matrimonio de mi mamá, y ya mi papá tenía cuatro hijos. Entonces en medio de lo ocupado que estaba todo el mundo, yo requería más espacio para encontrarme. Era muy curiosa y esa curiosidad me hizo ser la rara de la familia, la que salvaba animalitos, la que mediaba en las discusiones familiares y era tanta la mediación, que terminaba ganando la posibilidad de que se conversara sobre lo que estaba pasando.
Llegué a Caracas hace 23 años desde Valle de la Pascua, un pueblo chiquitito; la ciudad fue todo un descubrimiento, y ese tránsito fue descubrirme a mí misma. Estudié Comunicación Social, también hice un año de educación y creo que he ido integrando un poquito esas ganas de enseñar, de entregar lo que tengo, porque cuando más entrego, aprendo más. Naturalmente tengo una gran curiosidad por entender el comportamiento humano, y es lo que me permite encontrar más conexiones.
Soy fundadora de YM que es un espacio de mercadeo, comunicaciones y amplificación de noticias en el que organizamos eventos a empresas, marcas, artistas y personalidades a quienes acompaño de forma creativa, disruptiva. Motivo a la gente al disfrute, a pasarla bien, a conectar, a respetar al otro, ver qué tiene el otro para mí, y qué puedo darle yo. Lo que más me hace feliz es ver a la gente feliz y ver cómo se genera valor entre todos cuando nos conectamos desde el corazón; también entender esos espacios de conexión entre las personas, creo que por eso me encontré en las relaciones públicas. En mis espacios formativos siempre cierro con «no es llegar al corazón de las personas, es mantenernos en él».
Permitirme hablar desde mi vulnerabilidad, o desde la sinceridad de lo que pienso y el reconocimiento del otro, ha sido muy importante en mi proceso de aprendizaje, porque yo tengo miedo de hablar en público, entonces es como encontrar la valentía para poder decir lo que pienso y, desde allí, crear una sensibilidad. Creo que cada una de mis acciones es en búsqueda de mi libertad. Y parte de lo que más me ha enseñado mi propio proceso de vida, es que la libertad, en medio de nuestros compromisos, responsabilidades, pareja, familia o todo lo que tengamos que hacer, es lo que nos va a permitir vivir en paz.
Le diría a las personas lo que me digo a mí misma: puedes lograr lo que te propongas, siempre y cuando trabajes por ello. O sea que todo se puede lograr, todo es posible, pero el mayor reto es convencerte de que los sueños se hacen realidad para los que trabajan. Yo crecí trabajando para ser mejor en todo, era mi mantra en el colegio, en el estudio. Cuando llegué a Caracas, en 2001, no conocía a nadie y hoy por hoy me contratan para hacer convocatorias de grandes eventos, he ido trabajando en lo que me he propuesto. Desde chiquita decía que quería cambiar el mundo, hasta que entendí que no lo voy a hacer, pero sí puedo cambiar el mío y a través de mi mundo vivir mejor, y así empieza a cambiar mi entorno. En el fondo, solo estoy buscando la calma, un poco de paz.
Siento que el mayor regalo que podría dejar es el recordatorio de que el presente inmediato es nuestro presente perfecto y que nuestra vida es hoy, sin olvidar que estamos en un tránsito y hay un camino por donde vamos, y ese camino es importante para llegar y lograr unos objetivos, pero el ahora es perfecto como es. Y hay que saber escuchar. Es impresionante cuando te das cuenta de lo que realmente es eso. Eso ha sido fundamental para mí.