Yo creo que la vida está llena de nuevos retos, de estar permanentemente viendo el entorno, qué está pasando, cómo ocurre, y cómo, de alguna manera, puedes ayudar. Mi trabajo es la información, me dedico al periodismo. Al principio yo tenía muchísima aprehensión al ejercicio del periodismo porque sentía que era una responsabilidad enorme. Cómo es que tú le muestras a la población, reflejas sus realidades y potencialidades y luego también informas, cuidando de que no tenga ese sesgo personal tuyo. En todos lados hay una historia. En este momento dirijo la iniciativa del «ARI Móvil» (Alianza Rebelde Investiga), es un camión de noticias conformado por Runrun.es, El Pitazo y Tal Cual. He ido encontrando historias que ¡wow!, cuando te detienes y adentras en las comunidades te consigues una cantidad de gente resolviendo su cotidianidad, descubriendo sus propias capacidades. Todo un mundo maravilloso. Es meterte en esas comunidades populares y llevar información; y al mismo tiempo, levantar información allí.
El ser humano no es un ser humano fijo, no eres cuadrado ni nada por el estilo, al contrario, la flexibilidad comienza contigo misma. Cuando tú descubres que internamente también tienes unas capacidades, unas sombras ¡horribles!, que tienes que trabajarlas, día a día, surge en ti, todos los días, ese dar cuenta de ello. Para mí eso es estar despierta. Es estar sobre ti misma y mirar cómo es que te vas sintiendo y vas procesando la información. Cómo es que descubres y redescubres el mundo todos los días desde que te levantas. ¡Es maravilloso! Uno no se lo sabe todo y si crees que lo sabes todo, la verdad, ahí vas a sufrir muchísimo, porque estás perdiendo la capacidad de descubrir cosas y de aprender. Creo que uno tiene que estar mirándose, porque además tú también te deprimes. Claro, a mí me pasa que si yo sufro más de diez minutos me da gripe. Eso es una constante en mi vida. Yo sufro por el reloj; porque no tengo el tiempo para quedarme atrapada ni darle vueltas a ese sufrimiento. Claro, tienes que buscar siempre gente que te ayude a mirar y a mejorar, gente que sea capaz y que te escuche.
De mi casa me viene el sentido de responsabilidad para con mi entorno. Yo creo que eso tiene mucho que ver con la estructura que tú tienes de autoestima; y creo que eso viene de casa. Donde hay amor, análisis, contención, orientación y mucha comunicación, la cosa funciona distinta. Eres capaz de mirar el mundo con otros ojos. Yo tuve la fortuna de tener dos familias totalmente distintas. La familia de mi papá era campesina, mi abuelo creía en las estrellas, en José Gregorio Hernández y en la siembra. Se comía lo que se producía y era fantástico, yo crecí teniendo esa responsabilidad. A las 5:00 de la mañana debía recoger los huevos, arrear las vacas, dar de comer a los burros; además me comía la mitad del papelón, ¡me encantaba!. Y, por el otro lado, la familia de mi mamá tenía todo el dinero del mundo, si yo quería un helado, tenía un carrito de helado. Cuando tú creces con esas diferencias, es importantísimo saber hacia dónde te inclinas. Yo me incliné hacia el trabajo.
Creo profundamente en la capacidad de pensamiento y de aporte, eso implica estar actualizado, tienes que saber lo que ocurre, estudiar muchísimo, sobre todo en el área a la que me dedico, la producción de contenido periodístico. Los retos que tenemos son enormes. Primero, seguir informando a la gente sin que el costo sea tu medio o tu persona. Segundo, es la calidad de información que estamos produciendo, porque además, parte de los desafíos que enfrentamos ahora, son los temas de desinformación. Entonces tenemos que aprender a desmontar los desórdenes informativos.
En la medida en que tú miras una comunidad, perteneces a esa comunidad, y ayudas a que la vida de esa comunidad sea más sencilla, por lo menos, en algunos aspectos, y que, a través de la información, puedan tomar sus decisiones.
Si tú me preguntas qué quiero ser, y no lo digo ahora, lo digo desde hace muchos años, es ser un mejor ser humano. Y ser un mejor ser humano implica que te midas y escrutes muchísimo. Cómo te vas sintiendo. Es no venderte a ti mismo simulacros ni excusas.
¡Escuchar!, es mi vida en este momento, y transformar la censura y la autocensura en cosas posibles para ayudar a otros. Si algo tengo en la vida son audífonos. Yo diría que más de la mitad de mi vida tiene que ver con la escucha. ¡Es fascinante!