Soy una persona que he podido lograr un equilibrio entre lo personal y lo profesional, y lucho por eso en los diferentes roles que tengo que asumir. Soy mamá, tengo una hija de 21 años, la Chiqui, fui esposa, soy ejecutiva. Pienso que uno de los factores claves para el éxito, en el liderazgo femenino, es la distribución del tiempo, la planificación, organización. Para dedicarle a cada rol su espacio y tiempo. Y, sin duda, disfrutar el momento en donde estás.
Mi esencia como persona, desde que estudié economía, siempre ha estado ligada a lo que quería hacer y es estar en el mundo financiero. Tengo 30 años en el sistema bancario venezolano, actualmente soy presidenta de BanPlus. Y, adicional, tengo la oportunidad de tener mi propio emprendimiento, que es un proyecto musical, donde apoyo a la cultura, a los músicos y al talento venezolano; inspirada por mi esposo Rafael que falleció, Rafa era ingeniero de sonido. Él es mi conexión con el mundo de las artes, en específico, el mundo de la música. Ha sido un ejercicio para mí muy productivo, porque ha significado salir de los esquemas y el mundo corporativo. Es complicado salir de los esquemas porque es un mundo rígido, pero yo, hoy en día, me lo permito. Podemos salir de los esquemas y hacer cosas diferentes; haciéndolo bien. Spotlight es la compañía que tenemos de producción musical. La combinación ha sido maravillosa por el aprendizaje. Me ha hecho crecer como persona, entender cómo se puede trabajar diferente, disfrutar de lo que haces, sin tener una estricta disciplina, como la que hay que tener en el mundo bancario.
La formación es importantísima. El aprendizaje continuo es otro factor clave. No es solamente el mundo académico, es el mundo práctico. Luchar por un objetivo o deseo que tengas; es importante que te planifiques para saber cómo llegar a ello. Si te esmeras lo vas a conseguir. Hay que arriesgarse, pensar diferente, salir de la caja. Quitarse tantos paradigmas o mitos. Confiar en sí misma. Siempre tenemos desaciertos. Esos desaciertos los he tomado como aprendizaje, como cuando no nos toca el puesto que queremos, en un momento dado, y es porque, quizás, toca trabajar más, o necesitas un conocimiento adicional para poder optar por ello. Es un continuo crecimiento y aprendizaje que te fortalece.
Soy creyente, creo en Dios, siempre me acompaña, tengo una cruz, pero también tengo fe en la suerte que dan los elefantes. Tengo mi elefante conmigo, un tatuaje, porque siempre me parece que dan suerte. Igualmente, siempre llevo en mi cartera la foto de mi esposo. Él siempre me acompaña. Tener una creencia te ayuda mucho, es una fortaleza adicional. También el acompañamiento familiar da fuerzas para continuar. Trato de sacar el lado positivo de las situaciones que son complicadas. He tenido que vivir pérdidas en mi vida muy fuertes, perdí a mi esposo y a mi mamá. No me he quedado en el «¿cónchale, por qué me está pasando esto a mí?». Sin duda siempre te vas a fortalecer como persona a lo largo del tiempo.
El mundo de la cultura aporta muchos valores, es un mundo que te da calidad humana, y unos niveles de disciplina y formación en los valores que te llena mucho. Entendemos el mundo de una manera diferente. Te alienta y da mucha energía. Yo me considero afortunada de poder vivirlo porque, quizás, si hubiera estado 100% en el mundo financiero no fuera la misma persona que soy hoy en día. Estos últimos cinco años de experiencia profesional y personal han marcado el antes y el después, y eso tiene que ver con el acercamiento a lo que es el mundo cultural.
Una de mis labores principales como mujer es no perder el trato personal al ayudar a otra persona. Tratar de estar cerca de las mujeres que necesitan algún tipo de guía y darles herramientas. Yo pienso que en el mundo las mujeres, todas, tenemos muchas cualidades, y es cuestión de estar cerca de cada una. Las mujeres somos analíticas, de detalles, sensibles, y eso te da muchas capacidades. Pienso que con la formación y convicción de lo que tú quieres, podemos hacer muchas cosas. Abrirnos a tener diferentes experiencias, crecer como persona es tener una visión 360 de la vida. Yo creo que estamos hechos para muchas cosas. Nos tenemos que permitir vivir esas experiencias y no tener una idea preconcebida.
Es parte de la labor que creo tenemos todos como individuos, en el banco es lo que hacemos, somos asesores financieros; todo el mundo necesita de una asesoría de cualquier tipo. Soy una persona extremadamente exigente. Me gusta sentir que no solamente yo consigo el objetivo, sino que lo conseguimos en conjunto. Y para lograr eso tienes que entender a la persona, tener un buen trato y saber pedir las cosas. Es una retroalimentación constante, no perder el trato personal.
Creo que sí podemos seguir haciendo país y seguir construyendo. Siento que las mujeres rompemos los esquemas y, muchas veces, en el mundo que vivimos, a veces monótono, es necesario romperlos y permitirte ser feliz con lo que realmente quieres.