Soy una emprendedora social. Dirijo la ONG Aliadas en Cadena. Todo comenzó en 2004 y se consolidó en 2006. Lo que inició como una idea, acompañada primero por mi familia, pasó después a ser un equipo inmenso de más de setenta mujeres trabajando para mujeres. A través de nuestros programas y formaciones hemos alcanzado un impacto directo en alrededor de ochocientas mil mujeres. En 2012 pasamos a formar parte de la organización internacional Ashoka. Algo increíble que me llenó de mucha alegría porque fue un reconocimiento importante a nuestra labor.
Para mí estos dieciocho años han sido de aprendizaje y crecimiento personal. Las mujeres tenemos un poder de influencia enorme, no solamente la mujer que lleva una ONG, fundación o empresa, sino también la mujer ama de casa, madre, emprendedora, profesional, todas tenemos ese poder de impactar a nuestro alrededor. Por eso sé que fortaleciéndolas nos fortalecemos todas, porque creamos redes cada vez más fuertes; y somos capaces de influir mucho más en los demás.
Aliadas trabaja por las mujeres que están en situación de pobreza, que son vulnerables. En Venezuela sabemos que alrededor del ochenta por ciento de la población vive dentro de una pobreza estructural, no solo carece de un ingreso económico digno, sino que tampoco hay acceso a los servicios básicos de agua, gas, electricidad, internet. Sin mencionar la precariedad de los servicios públicos de salud y educación, dentro de lo cual las mujeres resultan, porcentualmente, más desfavorecidas que los hombres.
Aliadas en Cadena, a través de su programa de formación, ha generado un impacto en la productividad económica de las mujeres, vinculándolas al trabajo formal y al acceso a un salario, para que puedan adquirir seguridad social y la posibilidad del ejercicio de sus derechos, el fortalecimiento de su autonomía y relaciones sociales.
En Aliadas le decimos a las mujeres que su proyecto «familia» tiene que ir después de su proyecto personal. Es decir, primero tiene que saber lo que le gusta en la vida, qué quiere hacer, en qué le gustaría trabajar e invertir su tiempo. Luego de eso es que tenemos que pensar en el proyecto familia.
Soy madre de seis hijos, fui una mujer con mucha suerte, tuve una pareja que me apoyó económicamente y me acompañó durante todo el proceso de mi maternidad. Yo me dediqué por completo a mi familia, pero viendo la realidad de muchas mujeres, creo que mi caso fue casi un milagro, no es lo común. Esa realidad cambió mi visión. Miles de mujeres jóvenes que después de tener tres hijos o más, a muy temprana edad, se vieron solas, sin una carrera, formación técnica, laboral. Es por eso que en Aliadas les brindamos herramientas que les permitan impulsar su autonomía.
Una mujer adulta requiere de mayor esfuerzo y coraje al momento de decidir iniciar un proceso de formación, más aún si es madre soltera y sostén de su hogar. Es urgente que existan políticas públicas asertivas en materia de una educación de calidad y también de salud; sobre todo de salud sexual y reproductiva para la prevención del embarazo adolescente. Prevención del maltrato y violencia contra las mujeres. Si no hay un gran cambio en todo el sistema educativo no podemos tener los cambios que queremos en la sociedad. Las políticas públicas son las que hacen al país, eso es lo que hace ciudadanía.
Yo adoro a mi Venezuela, día a día estoy trabajando por este país, a través de Aliadas en Cadena. Nunca me voy a ir de aquí, le he dado muchos años de mi vida a este proyecto, y le daré todos los años que me queden por delante, en esfuerzo, dedicación y amor. Además, con el maravilloso equipo que me acompaña, seguiré haciendo realidad el sueño de ayudar a miles de mujeres a salir adelante, para que ellas puedan sacar adelante a su familia.