Bolivia Bocaranda

"Un paso más adelante"

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Todo empezó con un diagnóstico de cáncer de mama que tuve hace 25 años. Tuve muchas dudas e inquietudes por desconocimiento de la enfermedad. Cuando leí las estadísticas de la mortalidad que había en Venezuela por este tipo de cáncer me dije: ¡hay que atacar esto de otra manera!
Empezamos un grupo de tres amigas sobrevivientes de cáncer de mama. Beatriz, Ingrid y yo. Comenzamos dando nuestro testimonio. De las tres, yo era la que tenía el menor índice de sobrevivencia. Recuerdo cuando di el testimonio en la radio, en el programa de Nelson. Iba en el carro con mis dos hijos, Nelson había faltado a la radio porque me acompañaba a las quimio, llevaba muchas ausencias, ese día estaba entrevistando a una persona de la Sociedad Anticancerosa y se le quebró la voz. Paré el carro y le dije a mis hijos: voy a llamar a tu papá para que diga qué es lo que estamos atravesando como familia. Llamé a Nelson y él me dijo que no se sentía capaz, le pedí que me pusiera al micrófono. Fue un momento de shock familiar porque yo nunca había aparecido en radio, prensa o televisión, ni hablado en público. Y conté que estábamos pasando, familiarmente, por un trance, que me habían diagnosticado un cáncer.
La persona que Nelson estaba entrevistando me dijo que era importante que uno atajara la enfermedad con sus manos y la gerenciara. A partir de ese momento me empezaron a llamar, me decían que había sido valiente por haberlo dicho. Porque el tema del cáncer de mama era tabú.

Senos Ayuda es completamente independiente, con libertad de acción y decisión. Todo mi trabajo profesional, lo que había estudiado lo estaba implementando. Descubrí mi pasión. Lo que empezó como un grupo de apoyo de tres mujeres, apoyándose entre ellas mismas, creció aún más. Montamos el apoyo psicológico con pelucas, prótesis y sostenes. Después nos patrocinaron las primeras 100 mamografías e hicimos la primera jornada. Ya tenemos 25 años trabajando, nos acompañan 15 especialistas que nos han ayudado a mover este timón de la organización hacia una parte asistencial, porque las mujeres con cáncer de mama están completamente desprotegidas por no existir ninguna política de salud pública que las ampare.

Cuando el cáncer ataca, ataca a toda la familia. Y cuando uno se involucra, involucra también a toda la familia en el proyecto. Se genera una empatía y un modelaje con la persona que llega. Cuando yo llego a la Fundación y veo a personas que están calvas buscando una peluca, o están pasando por el proceso, muchas no creen que yo también pasé por eso y estuve calva. Entonces hay como un modelaje que se crea y esa es la maravilla que tiene la Fundación. Las personas que trabajan en Senos Ayuda o son sobrevivientes o están muy sensibilizadas con el tema, o porque tuvieron algún familiar enfermo, o, simplemente, han desarrollado esa calidad de servicio humanitario dentro de la Fundación. Se crea una magia muy especial entre las usuarias y las empleadas.

Yo creo que tener el control de tu enfermedad te empodera de una u otra manera; y no te quedas esperando una solución. Cuando tú estás buscando algo, siempre estás un paso más adelante. Cuando tuve que usar una peluca, ya me había cortado el pelo antes de que se me cayera por completo, y me puse la peluca. Colocarse un paso más adelante en todo lo que es el proceso a mí me parece que es sumamente beneficioso para la paciente, porque no se queda estancada sino que ve hacia el futuro. El diagnóstico de un cáncer de mama es un golpe muy fuerte, pero uno se puede empoderar y convertir lo que es una tragedia en una oportunidad de vida.
Cada bendición que recibo de alguna de esas mujeres, es como una fuerza que me nutre el alma para seguir adelante en un trabajo tan difícil. También el querer disfrutar y ver crecer a mis nietos. Yo viajo a nivel mental un rato. Cuando nadie hablaba de meditación ni de visualización, mi abuela me ponía a hacerlas como ejercicio desde pequeña, aún lo hago, me da tranquilidad. En la mente es donde está la libertad. No hay nada que te pueda detener. No hay coacción posible.
Siempre hay que buscar lo que a uno le gusta hacer, porque buscando lo que te gusta es que puedes meterle pasión a lo que haces. Y cuando tú le metes pasión a algo que te gusta puedes ir por la excelencia. Viajar para mí forma parte de mi oxigenación. Es como explorar un mundo que no sabes qué es lo que vas a conseguir al otro lado, ni qué aventura vas a tener. Es como ir con un papel en blanco. Todo el mundo debería ser protagonista de su propia historia, es la única manera de saber qué quieres y para dónde vas. Y no ser una veleta en función de los demás.